Tucumán alojó grandes arqueros a lo largo de su historia. La afirmación no solo se sustenta en el récord de Darío Sand. El correntino es historia viva de San Martín: alcanzó los 897’ sin que le conviertan goles con nueve vallas invictas consecutivas en la actual Primera Nacional. Pero, hace 48 años, un tucumano fue noticia por lograr el récord de imbatibilidad más largo de todo el fútbol argentino: Pedro Antonio Orieta alcanzaba los 812’ sin recibir un gol con ocho vallas invictas consecutivas. El mérito es mucho más grande si se considera que no lo hizo con ninguno de los dos equipos más populares de la provincia, sino con Sportivo Guzmán.
Por aquellos años, Antonio Roma y Amadeo Carrizo eran dos instituciones de los arcos argentinos: el de River había logrado una marca de 769’ sin recibir goles; mientras que Roma era dueño del récord con 783’. Orieta, en tanto, superó dichas marcas en un duelo entre Sportivo Guzmán y Central Norte del torneo Anual Federacionista de 1976.
El partido fue en la cancha de los “cuervos”. Según la crónica de LA GACETA del 10 de julio de 1976, ambos equipos intentaron hacerse fuerte con la posesión. Los “julianos” tuvieron las ocasiones más claras del primer tiempo. El travesaño y los reflejos del arquero Ramos le impidieron que Sportivo logré la ventaja. Orieta también realizó una atajada estelar: con una mano tapó el cabezazo del delantero Lifona en el área chica y mandó la pelota al córner.
La segunda parte tuvo más acción. Sportivo empezó a tener mayor fluidez en el juego. Tal es así que fue un aspecto clave para desarticular a la defensa de los “cuervos”, quienes no acertaron en los cambios. A los 76’, el delantero Rivadeneira conectó un frentazo que ingresó en el ángulo derecho inferior del arquero Ramos. Cuatro minutos más tarde, el capitán de Central Norte, Herrera, cometió un penal a Fernández y Medina ejecutó un penal que elevó la ventaja. Así, el partido finalizó 2-0 en favor de los “julianos”. Si bien la victoria era reconfortante para el equipo, el récord de Orieta se llevó todos los focos. Tal es así que sus compañeros lo alzaron en andas para festejar los 792’ minutos de imbatibilidad.
El final de su racha fue el 11 de julio de 1976 frente a Atlético. Julio Ricardo Villa fue su verdugo. El volante quebró la imbatibilidad de Orieta a los 21’ del primer tiempo mientras un tiro penal. “Aún tengo presente ese día. Fue en un encuentro que Sportivo jugó de visitante con Atlético. Recuerdo que cuando ingresé a la cancha hacía unos pocos días había logrado el récord, que en esos momentos era a nivel nacional. Las dos hinchadas me ovacionaron. Fue inolvidable”, decía en una entrevista con LA TARDE del 25 de abril de 1987.
En aquellos años, Francisco Guillen arrastraba una racha de siete arcos en cero consecutivos y estaba cerca de romper su récord. “Espero que lo consiga porque si lo hace será porque lo merece. Para mí es una satisfacción doble porque lo logré con un equipo modesto como fue Sportivo Guzmán y en una época en la que el fútbol era mejor jugado que ahora”, expresaban. A la postre, solo alcanzaría los 653 minutos por lo que se convirtió en la mayor racha de un arquero de San Martín en un solo torneo de AFA hasta la llegada de Sand.
En un reportaje para LA GACETA el 27 de julio de 2009, Orieta volvió a recordar el día en el que logró el récord. “Unos días antes, enfrentando a Central Norte, había batido el récord que tenía Antonio Roma, el ex arquero de Boca. Llegamos muy motivados a ese encuentro que se jugó en el Monumental y terminó 2 a 2. A los 21 minutos, el árbitro cobró un penal que fue muy protestado porque la infracción fue dudosa”, indicaba. “En esa ejecución, Villa tuvo una ayudita que supo aprovechar. Estábamos reclamando y tardé en llegar al arco. Villa tomó la pelota y pateó antes de que llegara a acomodarme. La avivada le salió bien. El fútbol es para vivos”, añadía el arquero, que tuvo pasos por San Martín, Argentinos del Norte, Central Córdoba, Atlético, entre otros.
Tras un breve paso por Belgrano, Orieta volvió a la provincia a finales de 1979. El arquero tuvo que dejar Córdoba debido a razones familiares que le obligaban a volver a Tucumán. Tal es así que tuvo varias charlas con los dirigentes del “pirata”. “Debí comprar mi propio pase ante la necesidad de volver y radicarme aquí nuevamente. Ahora estoy libre y espero volver a lucir alguna camiseta de algún club tucumano”, señalaba en una visita a la redacción de LA GACETA.
Carlos Barisio superó su récord en 1981. El arquero del inolvidable Ferro de Carlos Timoteo Griguol llegó a estar 1.075’ sin recibir goles y desde entonces nadie logró estar cerca de romper su marca. También se debe mencionar que Franco Armani logró una marca de 965’ de imbatibilidad en torneos locales.
Más allá de ello, Orieta logró un récord que enalteció al fútbol tucumano. Hoy sus atajadas todavía están en el cajón los recuerdos de los hinchas de Sportivo, que tanto disfrutaron de sus atajadas.